-
Evitar alimentos procesados: eliminar azúcares, harinas refinadas y grasas poco saludables.
-
Alimentos que favorecen la producción de bilis: incorporar nutrientes que ayuden a mantener la bilis fluida. La taurina, por ejemplo, es un componente clave.
-
Alimentos buenos para el hígado: vegetales, proteínas magras y grasas saludables fortalecen la función hepática.
Suplementos (siempre bajo supervisión médica)
-
TUDCA (ácido tauroursodeoxicólico): puede ayudar a fluidificar la bilis y reducir la acumulación de grasa en el hígado.
-
Taurina: favorece la producción de sales biliares.