Despertar varias veces por la noche sin explicación, y no sentirte descansado al día siguiente, podrían indicar apnea del sueño, estrés crónico o desequilibrio hormonal, especialmente cortisol o melatonina.
Un ligero giro en la cabeza que genera mareo puede estar originado por deshidratación, baja en azúcar, problemas de presión o alteraciones del oído interno. No lo pases por alto; puede arruinar tu día.
Flatulencias persistentes, distensión abdominal o irregularidad intestinal son señales de desequilibrios microbioma o intolerancias. Afectan tu energía, piel, humor y aumentan el riesgo de gastritis o colon irritable.