Un postre casero en sólo 5 minutos – ¡Sin necesidad de cocinar!

  1. Prepara la mezcla de leche:  En un tazón, mezcla la leche, la ralladura de limón y el azúcar de vainilla. Calienta la mezcla hasta que esté casi hirviendo.
  2. Batir la mezcla de yemas de huevo:  en otro recipiente, batir las yemas de huevo, el azúcar y la maicena hasta que quede una mezcla suave.
  3. Combine las mezclas:  vierta gradualmente la mezcla de leche caliente en la mezcla de yemas de huevo, revolviendo constantemente para evitar que se corte.
  4. Enfriamiento:  Deje que la mezcla combinada se enfríe por completo.
  5. Añadir sabor:  Una vez enfriado, agregue el jugo de limón y la leche condensada azucarada hasta que estén bien incorporados.
  6. Espesar:  Batir la mezcla hasta alcanzar el espesor deseado.
  7. Sea creativo:  espolvoree canela, espolvoree cacao en polvo o adorne con virutas de chocolate para darle un toque decorativo.
  8. Enfriar:  Refrigere el postre durante 30 minutos para que cuaje y permita que los sabores se fusionen.

¡Sirve y disfruta!

¡Aquí lo tienes! Un postre delicioso sin horno, listo para impresionar en minutos. Ya sea que tengas antojo de algo dulce o quieras deslumbrar a tus invitados, esta sencilla creación promete deleitar con cada cucharada. Disfruta de la simplicidad y saborea la explosión de sabores refrescantes. ¡Buen provecho!

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