Una Pareja Desapareció Después De Su Luna de Miel En 1994 — 16 Años Después, Su Hotel Fue…

 

 

 

Encontré el nombre de otro empleado del hotel que trabajaba en 1994.
Rubén Moreno Vega, que era el encargado del turno nocturno, vive aquí en Puerto Vallarta y aceptó reunirse conmigo mañana por la tarde. A la mañana siguiente, Carmen decidió hacer su propia investigación. Visitó los archivos del periódico local El informador de Puerto Vallarta para revisar las

noticias de abril de 1994. Quería ver si había algún reporte sobre la desaparición o cualquier otra información relevante.
En la edición del 28 de abril de 1994 encontró una nota breve en la página de policía. Pareja de luna de miel desaparece de hotel local. Las autoridades investigan la desaparición de Rosa Sánchez Morales, 23 años, y Eduardo Mendoza Herrera, 26 años, huéspedes del hotel Marisol. Se presume que

abandonaron el hotel voluntariamente, pero lo que más le llamó la atención fue un artículo en la sección social de la edición del 30 de abril.
Don Aurelio Vázquez, distinguido empresario hotelero, anuncia la construcción de nuevas instalaciones en el hotel Marisol. Las obras comenzarán en mayo e incluirán la remodelación completa del área del restaurante. Carmen sintió un escalofrío. Las obras de remodelación habían comenzado apenas una

semana después de la desaparición de Rosa y Eduardo.
¿Era una coincidencia o había sido una forma de ocultar evidencia? Mientras tanto, el detective Contreras había hablado por teléfono con Patricia Herrera. La conversación había durado más de una hora y había proporcionado información crucial. Señora Sánchez, Patricia confirmó todo lo que usted me

había contado. Rosa cenó con don Aurelio en el restaurante privado el 20 de abril. Pero hay algo más.
Patricia dice que don Aurelio tenía la costumbre de drogar las bebidas de las huéspedes jóvenes. Carmen se quedó sin aliento. ¿Qué más? le dijo. Patricia presenció al menos tres incidentes similares entre 1993 y 1994. Huéspedes femeninas que cenaban con don Aurelio y luego aparecían desorientadas o

enfermas al día siguiente.
Una de ellas, una turista estadounidense, presentó una denuncia, pero fue presionada para retirarla. ¿Por qué Patricia nunca reportó esto a las autoridades? Tenía miedo. Don Aurelio era muy poderoso en Puerto Vallarta. Tenía contactos en la policía, el gobierno municipal y los medios de

comunicación. Patricia me dijo que varios empleados que habían hablado sobre los comportamientos inapropiados de don Aurelio perdieron sus trabajos y fueron amenazados. Carmen comenzó a ver un patrón más amplio.
Don Aurelio no solo había sido responsable de lo que le pasó a Rosa y Eduardo. Había estado abusando de huéspedes durante años. protegido por su posición social y sus conexiones. Detective, ¿qué va a pasar con la búsqueda en el terreno del hotel? El georadar llega mañana. También tengo autorización

para exhumar cualquier anomalía que encontremos.
Si Rosa y Eduardo están enterrados ahí, los vamos a encontrar. Esa tarde, Carmen decidió buscar a otros antiguos empleados del hotel Marisol. Tenía una lista de nombres que había recopilado en sus investigaciones previas. Muchos ya no vivían en Puerto Vallarta, pero algunos todavía estaban en la

zona.
Encontró a María Soledad Ramírez García, quien había sido jefa de limpieza del hotel de 1992 a 1998. María Soledad vivía en un barrio modesto en las afueras de la ciudad y aceptó hablar con Carmen. Señora, yo sabía que algo malo había pasado con esa parejita tan bonita. Rosa era muy educada,

siempre nos saludaba y nos daba propinas. generosas.
Eduardo también era muy respetuoso. ¿Usted los vio el día que desaparecieron? Vi a Rosa el 21 de abril por la tarde. Estaba en el lobby esperando a su esposo. Se veía nerviosa como si tuviera miedo de algo. Me preguntó si conocía a alguien que pudiera ayudarlos a conseguir transporte al aeropuerto

esa misma noche. Carmen sintió que su corazón se aceleraba.
Le dijo, “¿Por qué querían irse tan urgentement?” me dijo que su esposo había tenido una discusión con don Aurelio esa mañana. Eduardo había descubierto algo que no le gustó y querían salir del hotel inmediatamente. Pero cuando regresé una hora después, Rosa ya no estaba en el lobby. Nunca reportó

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