Empieza con una pequeña cantidad (por ejemplo, ½ cucharadita de semillas molidas al día) para ver tolerancia.
Asegúrate de que las semillas estén limpias y secas. Molerlas o mezclarlas con alimentos puede facilitar su ingesta.
No las uses como único tratamiento para enfermedades graves. Consulta a un profesional de salud, sobre todo si estás embarazada, tienes enfermedades crónicas o tomas medicamentos.
Monitorea cómo te sientes (digestivo, reacciones alérgicas, etc.).
🧾 En resumen