En términos de recetas, puedes agregar espinacas a los batidos matutinos, mezclándolas con frutas como plátanos y manzanas para un desayuno nutritivo. También son un excelente complemento en sopas y guisos, donde su sabor se fusiona deliciosamente con otros ingredientes. El brócoli, por su parte, puede ser la estrella de una guarnición al ser asado con especias y un toque de limón. Para una opción más exótica, intenta prepararlo al estilo asiático, salteándolo con salsa de soja y ajo.
En cuanto a la porción, es recomendable consumir al menos una taza de estas verduras al día. Incorporarlas en la mayoría de las comidas puede facilitar alcanzar este objetivo. Además, variar las preparaciones ayudará a evitar la monotonía y fomentará un patrón alimenticio equilibrado. Ingresarlas regularmente en tu dieta ayudará a potenciar la salud de las articulaciones y a fomentar la producción de colágeno efectivamente.