Para elegir una pieza de pollo, debes de asegurarte de que esta tiene una carne firme, tierna y elástica. También, la piel debe de ser lisa, flexible y húmeda. No te debes de preocupar mucho por su color, ya que este puede variar desde el blanco hasta un amarillo pálido; su color estará vinculado con la alimentación del animal. Por tanto, no tiene relación con su calidad, ni con su frescura; al igual que con su valor nutricional ni con las grasas que puede tener.
La temperatura óptima al comprar y almacenar pollo
Si compras tu pollo en el supermercado o en una tienda de autoservicio; debes de asegurarte de que el paquete sea frío al tacto. Si no es así, es mejor que lo dejes y avisarles a los encargados del lugar,, ya que esa carne no se encuentra en condiciones optimas para su consumo.
No romper la cadena de frío en el transporte