Si bien los marcapasos modernos son seguros y eficaces, todavía presentan ciertos desafíos:
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Procedimientos quirúrgicos: la implantación requiere incisiones y a veces genera complicaciones.
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Duración limitada: aunque las baterías duran entre 5 y 15 años, finalmente es necesario reemplazarlas.
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Riesgo de infección: cualquier dispositivo implantado de manera permanente puede causar complicaciones a largo plazo.
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Costos elevados: no todos los pacientes en países en desarrollo pueden acceder fácilmente a este tratamiento.
Por estas razones, la comunidad científica busca alternativas más biodegradables, seguras y fáciles de aplicar, que reduzcan el riesgo y los costos.
El marcapasos más pequeño del mundo
El nuevo dispositivo que ha captado la atención mundial es tan pequeño que resulta difícil imaginarlo. Su tamaño es inferior al de un grano de arroz y no necesita cables ni baterías tradicionales.
Lo más fascinante es su funcionamiento: