Toma un vaso de esto y tu hígado se renovará
Tu cuerpo a menudo envía señales claras cuando algo anda mal: problemas digestivos como hinchazón o malestar, dificultad para respirar o mareos en los pulmones, o dolor en el pecho y latidos cardíacos irregulares en el corazón.
Pero ¿qué pasa con los órganos que suelen permanecer inactivos, como el hígado o los riñones? Estos órganos esenciales no suelen presentar síntomas hasta que ya se ha producido un daño grave.
Que no griten no significa que se puedan pasar por alto. Tomemos como ejemplo el hígado. No es solo una máquina de desintoxicación.
Este potente órgano gestiona el almacenamiento de azúcar y nutrientes, el procesamiento de hormonas, la descomposición de la insulina y la hemoglobina, la conversión de amoníaco en urea y la eliminación de glóbulos rojos envejecidos, todo ello mientras mantiene su metabolismo en marcha.
Formas de mantener el hígado sano

Como todo lo que ingerimos pasa por el hígado, la mejor manera de protegerlo es alimentando nuestro cuerpo con alimentos limpios y nutritivos.
Esto significa consumir ingredientes integrales y orgánicos ricos en fibra y evitar productos demasiado procesados.