Si bien los espasmos hipnagógicos pueden aparecer aislados y sin motivo aparente, diversos factores pueden incrementar su aparición:
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Fatiga extrema: cuando el cuerpo está muy cansado, el proceso de “apagar” el sistema se da más abruptamente, y el cerebro puede reaccionar con mayor intensidad.
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Estimulantes: la cafeína y la nicotina activan el sistema nervioso, dificultando el tránsito natural hacia el sueño.
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Estrés y ansiedad: una mente agitada combinada con un cuerpo que quiere relajarse crea el escenario propicio para estos sobresaltos.
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Medicamentos estimulantes: algunos fármacos para condiciones como el TDAH pueden elevar la probabilidad de estas sacudidas.
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Ritmo de sueño irregular: dormir y despertar en horarios muy variables afecta los ciclos del sueño y puede favorecer estos episodios.
¿Es algo que deba preocuparme?