Cuando se diagnostica hipertensión arterial, la recomendación habitual es medicación. Pero antes de que existieran los fármacos, la gente recurría a la naturaleza para curarse. Muchos de esos remedios tradicionales siguen siendo eficaces hoy en día, y la ciencia está empezando a ponerse al día.
Enfermedades Cardíacas: Una Amenaza Silenciosa
Las enfermedades cardíacas siguen siendo la principal causa de muerte en EE. UU., cobrándose una vida cada 36 segundos. Los tratamientos estándar, como las estatinas y los betabloqueantes, ayudan, pero tienen efectos secundarios como fatiga, mareos, daño hepático o incluso un mayor riesgo de cáncer.
Las alternativas naturales ofrecen esperanza, respaldadas por la tradición y la investigación moderna, para reducir la presión arterial, mejorar el colesterol y eliminar la placa arterial.
Exploremos seis remedios naturales probados que favorecen la salud cardíaca.
1. Espino: El Arbusto que Ayuda al Corazón

Utilizadas durante siglos, las bayas de espino están repletas de procianidinas, compuestos que dilatan las arterias, estimulan la circulación y reducen la presión arterial.
Por qué es importante:
La presión arterial alta puede dañar las paredes arteriales, permitiendo la acumulación de placa y potencialmente causando ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. El espino blanco combate esto al reducir la inflamación y mejorar el flujo sanguíneo.
En Europa, el extracto de espino blanco es un remedio de primera línea para la insuficiencia cardíaca leve a moderada. Estudios demuestran que ayuda a regular el ritmo cardíaco, aliviar la fatiga, reducir la hinchazón e incluso mejorar la tolerancia al ejercicio.
Uso recomendado:
Elija extractos estandarizados al 18,5 % de procianidinas oligoméricas. Una dosis diaria de 250 a 500 mg es la habitual, pero siempre consulte con su médico.