A continuación, te compartimos los síntomas más frecuentes que podrían indicar la presencia de esta enfermedad:
Dolor óseo persistente
El dolor en los huesos, especialmente si empeora por la noche o con la actividad física, es uno de los síntomas más comunes. Puede comenzar como una molestia leve y volverse progresivamente más intenso.
Inflamación o bultos
La presencia de hinchazón, sensibilidad o un bulto visible cerca del hueso afectado puede ser una señal de alerta.
Fracturas frecuentes o sin causa aparente
Los huesos debilitados por el cáncer son más propensos a romperse incluso con golpes menores o sin razón clara.
Fatiga y pérdida de peso
Síntomas generales como el cansancio extremo, debilidad o pérdida de peso inexplicable también pueden acompañar al cáncer óseo.
Limitación del movimiento
Si el tumor está cerca de una articulación, es posible que se experimente rigidez, dificultad para mover la extremidad o cojera.