1. Presencia de sangre en la orina (hematuria)
Es el síntoma más común. La orina puede verse roja, rosada o tener trazas de sangre solo detectables mediante un análisis.
Aunque a veces desaparezca temporalmente, nunca debe ignorarse.
2. Necesidad frecuente de orinar
Si sientes ganas de orinar con más frecuencia de lo habitual, incluso sin aumentar tu consumo de líquidos, puede ser una señal temprana de alerta.
3. Dolor o ardor al orinar
Una sensación de escozor o molestia al orinar puede confundirse con una infección urinaria.
👉 Si el síntoma persiste después del tratamiento con antibióticos, es importante consultar a un médico.
4. Dificultad para orinar
Tener problemas para iniciar la micción o experimentar interrupciones en el flujo de orina puede indicar una alteración en la vejiga o en el tracto urinario inferior.
5. Dolor en la parte baja de la espalda o en la pelvis