A medida que la enfermedad avanza, puede causar dolor constante o punzante en la zona lumbar o pélvica. Este síntoma puede reflejar que el cáncer se ha extendido a tejidos cercanos.
6. Pérdida de peso inexplicable
La pérdida rápida y no intencionada de peso es una señal que puede acompañar a muchos tipos de cáncer, incluido el de vejiga.
Esto suele deberse a que el cuerpo consume más energía luchando contra las células cancerosas.
7. Fatiga crónica y debilidad
El cáncer puede afectar la producción de glóbulos rojos y causar anemia, lo que se traduce en cansancio constante, falta de energía y dificultad para concentrarse.
8. Hinchazón en las piernas o pies
Cuando el cáncer bloquea el flujo normal de la orina o afecta los ganglios linfáticos, puede provocar retención de líquidos e hinchazón en las extremidades inferiores.
9. Dolor óseo o molestias en otras partes del cuerpo
En fases avanzadas, el cáncer de vejiga puede diseminarse (metástasis) a los huesos u otros órganos, causando dolor persistente o molestias localizadas.
10. Infecciones urinarias recurrentes
Si sufres infecciones urinarias frecuentes que no mejoran con tratamientos habituales, puede ser una señal de que existe una causa subyacente más seria, como el cáncer de vejiga.