Cuando los calambres nocturnos en las piernas se convierten en una preocupación

 

 

 

Varios factores pueden contribuir a los calambres nocturnos en las piernas:

Deshidratación: la deshidratación reduce el volumen sanguíneo y altera la señalización nerviosa, lo que aumenta la probabilidad de sufrir calambres.

Desequilibrio electrolítico: los niveles bajos de magnesio, potasio, calcio o sodio pueden interferir con la función muscular.

Mala circulación: la reducción del flujo sanguíneo a las piernas puede provocar calambres musculares.

Compresión nerviosa: afecciones como la estenosis espinal pueden afectar las señales nerviosas y provocar calambres.

Inactividad prolongada : permanecer en una posición durante un período prolongado, especialmente en una postura incómoda, puede provocar calambres.

Ejercicio vigoroso : esforzarse demasiado sin una recuperación adecuada puede provocar calambres.

Cómo prevenir los calambres nocturnos en las piernas
Aunque los calambres nocturnos en las piernas pueden parecer impredecibles, muchos pueden prevenirse con simples cambios en el estilo de vida. Implementar estos hábitos puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de los calambres:

Estírate antes de dormir.
Una rutina de estiramiento suave antes de dormir puede ayudar a reducir el riesgo de calambres. Concéntrate en las pantorrillas, los isquiotibiales y los pies para mantener la flexibilidad muscular.

Rutina sugerida (2-3 minutos) :

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