El calzado adecuado puede prevenir calambres causados por distensiones musculares a lo largo del día. Evite:
Tacones altos
Zapatos completamente planos
Plantillas desgastadas
En su lugar, elija:
Calzado con soporte para el arco
Suelas acolchadas
Plantillas ortopédicas si lo recomienda su médico
Revisa tu postura al dormir.
La forma en que duermes puede influir en la probabilidad de sufrir calambres. Evite dormir con los pies hacia abajo (flexión plantar), ya que esto puede acortar los músculos de la pantorrilla. En su lugar:
Mantenga los pies en una posición neutra y flexionada.
Utilice una almohada debajo de las rodillas o los pies para reducir la tensión muscular.
Intente dormir boca arriba con los pies ligeramente elevados.
Baños y masajes calientes.
El calor puede relajar los músculos y mejorar la circulación. Considere:
Un baño tibio con sales de Epsom antes de acostarse (rico en magnesio).
Una almohadilla térmica en las piernas durante 10 a 15 minutos.
Masajee suavemente sus pantorrillas con aceite o loción.
Limite el consumo de alcohol y cafeína.