¿Quién no ha sentido ese molesto dolorcito en el talón al pisar por la mañana? A menudo nos decimos que no es nada, solo el cansancio o los zapatos que usamos el día anterior. Sin embargo, cuando esta molestia se instala y convierte incluso el más mínimo paso en una verdadera dificultad, empezamos a preguntarnos… Entonces, ¿de dónde viene realmente este dolor y, sobre todo, cómo podemos recuperar un paso ligero sin sufrir?
Las causas más comunes del dolor de talón

La primera causa, y con diferencia la más conocida, es la fascitis plantar . Imagine una banda elástica que conecta los dedos del pie con el talón: sujeta el arco del pie. Cuando se usa en exceso, se irrita y causa ese famoso dolor agudo, a menudo al despertar o después de estar sentado mucho tiempo. Los atletas que corren mucho, pero también quienes pasan horas de pie en el trabajo, lo conocen bien .
¡Pero esa no es la única explicación! La tendinopatía aquílea , por ejemplo, también puede ser causa de dolor, al igual que los espolones calcáneos , pequeños crecimientos óseos que se forman en el hueso del talón. Si a esto le sumamos una mala postura, un calzado demasiado rígido ( o, por el contrario, con una estructura insuficiente ) e incluso la falta de calentamiento antes de practicar deporte, una combinación de factores puede favorecer la aparición del dolor .