Crudo, machacado o picado
La mejor forma de obtener alicina es triturando el ajo y dejándolo reposar 10 minutos antes de consumirlo. Esto activa la enzima alliinasa que transforma la allina en alicina.
Dosis recomendada: 1 a 2 dientes de ajo crudo al día.
Ajo con miel
Ideal para infecciones respiratorias y digestivas. Mezcla ajo triturado con una cucharada de miel y toma en ayunas.
Ajo con limón
Un poderoso refuerzo inmunológico. Tritura 2 dientes de ajo y mézclalos con jugo de medio limón en un vaso de agua tibia. Tómalo antes de dormir.
Infusión de ajo
Hierve 2 dientes de ajo en una taza de agua durante 5 minutos. Agrega jengibre y miel si deseas. Esta infusión es excelente contra gripes, bronquitis y faringitis.
Aceite de ajo
Ideal para uso tópico en heridas, hongos, infecciones cutáneas o acné. Se prepara macerando ajo en aceite de oliva durante 3 días. Aplicar con un algodón.
Precauciones al usar ajo como antibiótico natural
Aunque es natural y seguro para la mayoría, hay que considerar algunas advertencias:
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No excedas la dosis: altas cantidades pueden causar irritación gástrica. 
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Evítalo en ayunas si tienes gastritis. 
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No lo combines con anticoagulantes: el ajo puede aumentar el efecto de estos medicamentos. 
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Evita el ajo crudo antes de una cirugía. 
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Consulta al médico si estás embarazada o en tratamiento. 
Enfermedades comunes que puedes prevenir o tratar con ajo
 
					