
Una dieta desequilibrada: exceso de azúcares, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados.
Sobrepeso: la obesidad favorece la acumulación de grasa en el hígado.
Diabetes y resistencia a la insulina: los niveles elevados de azúcar en sangre favorecen la inflamación hepática.
Consumo de alcohol: principal factor de la esteatosis alcohólica.
Falta de actividad física: el sedentarismo ralentiza el metabolismo hepático.
Buenas noticias: ¡la enfermedad del hígado graso se puede revertir con buenos hábitos!
¿Cómo proteger y regenerar tu hígado de forma natural?
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No existe ningún medicamento milagroso para la enfermedad del hígado graso, pero los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden ayudar al hígado a regenerarse.
Coma una dieta sana y equilibrada