Uno de los principales beneficios del limón es su aporte al sistema inmunológico. La vitamina C presente en esta fruta ayuda a fortalecer las defensas naturales del organismo, reduciendo la probabilidad de resfriados, gripes y otras infecciones comunes. Además, los antioxidantes del limón combaten los radicales libres, protegiendo las células del daño y retrasando el envejecimiento celular.
El limón también tiene un efecto significativo sobre la digestión. Consumir agua con limón en ayunas puede estimular la producción de bilis y enzimas digestivas, facilitando la descomposición de los alimentos y mejorando la absorción de nutrientes. Además, su fibra soluble, presente especialmente en la cáscara y la pulpa, ayuda a regular el tránsito intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento.