Eliminación de toxinas:
Beber agua ayuda a los riñones a eliminar desechos y toxinas a través de la orina, manteniendo el cuerpo limpio y funcionando correctamente.
Lubricación de las articulaciones:
El agua actúa como lubricante para las articulaciones, reduciendo la fricción y el dolor, lo que permite un movimiento más suave y cómodo.
Mejora de la digestión:
El agua es esencial para la digestión, ya que ayuda a descomponer los alimentos y facilita el movimiento intestinal, previniendo el estreñimiento.
Prevención de enfermedades:
La hidratación adecuada puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como cálculos renales, infecciones del tracto urinario, y algunos tipos de cáncer, como el de colon y vejiga.
Aumento de la energía:
