Aunque al pensar en bienestar después de los 60 solemos enfocarnos en la alimentación y el ejercicio, la higiene diaria juega un rol fundamental. Una rutina sencilla de autocuidado puede fortalecer tu sistema inmunológico, mantener tu energía, mejorar el ánimo y favorecer tu comodidad diaria.
¿Por qué la higiene gana importancia con los años?
Con la edad, la piel se vuelve más delgada, la recuperación puede ser más lenta y el sistema inmunológico tiende a debilitarse un poco. Por eso, la limpieza diaria se convierte en una medida preventiva clave. Además de mejorar la sensación de bienestar, una buena higiene puede:
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Disminuir el riesgo de infecciones
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Favorecer la circulación
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Contribuir a dormir mejor
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Evitar malos olores y molestias
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Aumentar la lucidez mental y la energía
 
Pero no todas las partes del cuerpo requieren el mismo nivel de atención. Algunas zonas son más propensas a la acumulación de sudor, bacterias o rozaduras, y merecen un cuidado especial.