Paso a paso
-
Cortá los limones al medio y exprimilos en un recipiente hasta obtener todo el jugo.

-
Agregá dos cucharadas colmadas de sal gruesa al jugo de limón y mezclá bien hasta formar una especie de pasta líquida.
-
Aplicá esta mezcla directamente sobre las hornallas, asegurándote de cubrir las zonas con grasa o suciedad incrustada.

-
Dejá actuar por lo menos 10 minutos. Este tiempo es fundamental para que la acidez del limón y la textura abrasiva de la sal aflojen la suciedad.
-
Con una esponja o fibra, frotá con movimientos circulares, sin necesidad de hacer mucha fuerza. Vas a ver cómo la grasa y los residuos se desprenden con facilidad.
-
Enjuagá con un paño húmedo o directamente con agua tibia y secá con un trapo limpio.