Los gases intestinales forman parte natural del proceso digestivo. Sin embargo, cuando son excesivos, frecuentes o van acompañados de molestias como dolor abdominal, hinchazón o cambios en el hábito intestinal, pueden convertirse en una señal de alerta sobre tu salud. Mucha gente suele normalizar el tener gases diarios, pero la realidad es que su exceso puede indicar desde simples hábitos alimenticios hasta la presencia de trastornos más complejos como intolerancias alimentarias o síndrome de intestino irritable. En este artículo vamos a explicar de forma detallada cuáles son las causas más comunes, los síntomas que debes vigilar, los remedios caseros que pueden ayudarte y las señales de alarma para consultar con un especialista.
¿Por qué se producen los gases?
Los gases intestinales se originan principalmente por dos razones: la deglución de aire al comer, beber o hablar, y la fermentación de los alimentos en el intestino grueso debido a la acción de las bacterias intestinales. Ambos procesos son normales, pero cuando se intensifican pueden causar molestias importantes.
- Deglución de aire: comer demasiado rápido, masticar chicle, fumar o beber con pajita aumenta la cantidad de aire tragado.
- Fermentación intestinal: ciertos alimentos como legumbres, repollo, brócoli o bebidas carbonatadas generan mayor producción de gas al ser digeridos.
 
					