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Precalentar el horno a 200 °C y enmantecar un molde desmontable para que la tarta no se pegue.
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Colocar en un bol el queso crema con el azúcar y batir hasta que quede una mezcla suave y sin grumos.
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Agregar los huevos de a uno, batiendo bien después de cada incorporación para que la preparación quede pareja.
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Sumar la crema de leche, la vainilla y, por último, la harina tamizada. Mezclar con movimientos envolventes hasta integrar todo.
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Volcar la mezcla en el molde y llevar al horno. Cocinar a 200 °C durante 50 minutos aproximadamente, hasta que la superficie tome un color dorado intenso.
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Una vez lista, dejar reposar dentro del horno apagado durante 10 minutos para evitar que se baje de golpe
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Retirar, dejar enfriar a temperatura ambiente y luego refrigerar un par de horas antes de servir.