Y sí, puedes usar este método con un huevo pasado por agua, medio cocido o duro. En realidad, se trata de que la cáscara se desprenda limpiamente (olvídate de lo cocido que te gusta el huevo).
Por qué esto es tan genial (sobre todo si te encantan los huevos)
Pelar un huevo duro en uno o dos rollos suaves es realmente satisfactorio. Y si eres de los que preparan la comida o simplemente tienen huevos cocidos para desayunar o merendar, esta parte tan molesta del proceso se vuelve mil veces menos molesta. Sin pequeñas escamas de cáscara. Sin huevos rotos. Sin tener que rendirse y comérselo directamente de la cáscara como un duende del desayuno.
Además, esto es perfecto para huevos rellenos. Porque cualquiera que haya hecho huevos rellenos con claras revueltas y grumosas entiende el dolor. No se trata solo de la apariencia, sino también de la textura: un huevo más suave = un relleno más cremoso y una presentación infinitamente más satisfactoria.
Pero, ¿es realmente tan fácil?
Sí. De verdad que sí. Parece una trampa, y probablemente por eso no se ha sabido tanto hasta ahora. Pero Jacques Pépin lleva haciendo esto desde siempre, y si a él le basta, a mí también.
Y por si sirve de algo, entiendo el escepticismo; a veces los trucos son más problemáticos de lo que valen. Este no es uno de ellos. Puedes hacerlo con una chincheta, y si te dedicas un segundo extra (probablemente la tengas a mano), merece la pena.
¿Y qué? Porque se siente