2. Para la digestión: Té de menta o hierbabuena
Si sientes pesadez, gases o náuseas, la menta te puede salvar. Tiene propiedades antiespasmódicas que relajan el tracto digestivo.
¿Cuándo tomarlo?
Después de las comidas, especialmente si te excediste un poco.
3. Para la gripe o el resfriado: Té de jengibre con limón y miel
Esta combinación es un clásico antigripal. El jengibre reduce la inflamación y alivia el dolor de garganta, mientras que el limón aporta vitamina C y la miel suaviza la garganta.
Tip extra: agrega canela o cúrcuma para potenciar su efecto.
4. Para la concentración: Té verde
Si necesitas energía sin ponerte nervioso como con el café, el té verde es perfecto. Contiene cafeína en menor cantidad y L-teanina, un aminoácido que favorece la atención y el enfoque mental.
Ideal para: días de estudio o trabajo intenso.
5. Para limpiar el cuerpo: Té de diente de león
El diente de león tiene propiedades diuréticas y depurativas. Ayuda al hígado y a los riñones a eliminar toxinas, ideal para días de “detox”.
Consejo: acompáñalo con mucha agua durante el día.